Preguntas frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre betún y alquitrán de hulla? (¿o arenas bituminosas?)

El betún y el alquitrán de hulla, o alquitrán como se le conoce comúnmente, son dos materiales muy diferentes. En primer lugar, se producen de diferentes maneras: el betún se destila del petróleo, utilizando varios procesos diferentes para producir productos de betún con características determinadas. El alquitrán de hulla se elabora procesando carbón a temperaturas muy altas (pirólisis). El alquitrán de hulla se usaba comúnmente para la construcción de carreteras y la impermeabilización hasta mediados del siglo XX, pero se eliminó gradualmente y reemplazó por betún durante la década de 1950

En segundo lugar, el betún y el alquitrán tienen características muy diferentes. Aunque son similares en apariencia y perfil de utilización, la composición química del alquitrán de hulla es muy diferente del betún, y esto tiene un gran efecto sobre la naturaleza del peligro que el alquitrán de hulla presenta al usuario: el alquitrán de hulla se clasifica como carcinogénico, mientras que el betún no lo es. Las arenas bituminosas, también conocidas como arenas aceitosas, contienen petróleo pesado natural. Este se puede extraer mediante una serie de procesos técnicos desarrollados recientemente, y luego refinarse de la misma manera que el petróleo crudo extraído de los procesos de extracción más tradicionales.

¿Debería el público en general preocuparse por los peligros del betún?

No. El betún que se utiliza por ejemplo en carreteras, impermeabilización o pavimentos, es inerte y no presenta ningún riesgo conocido para la salud o el medioambiente.

¿Existen riesgos en seguridad para las personas que trabajan con betún?

El betún se fabrica, almacena, transporta y maneja normalmente a altas temperaturas. El peligro más significativo para los trabajadores que trabajan con betún caliente, es la posibilidad de causar quemaduras en caso de salpicaduras o derrames. El betún generalmente se aplica caliente. El betún caliente produce emisiones que pueden causar irritación leve del tracto respiratorio o de los ojos, después de una exposición cercana y prolongada. Además de esta irritación temporal, en condiciones normales no hay evidencia de que trabajar con betún sea peligroso para la salud de los trabajadores. El riesgo de exposición a este peligro, y, por lo tanto, el posible impacto en la salud de los trabajadores, se minimiza mediante un buen control de la temperatura, prácticas laborales claramente definidas y ropa de trabajo protectora adecuada

En mayo de 2013, IARC publicó la monografía Volumen 103: “evaluación de exposiciones ocupacionales al betún, sus emisiones, y algunos hidrocarburos aromáticos policíclicos y N y S heterocíclicos”. Esto proporcionó los fundamentos completos de la evaluación del IARC publicada en 2011. Después de una detallada revisión del informe, la industria europea de fabricación de betún no vio la necesidad de actualizar las pautas sobre salud y seguridad existentes. La industria continúa revisando los criterios de seguridad basadas en la investigación y la experiencia en salud y seguridad de toda el sector, para garantizar que estas pautas sigan siendo pertinentes y actualizadas.

¿Cómo pueden protegerse los trabajadores contra la exposición a las emisiones de betún?

Los trabajadores pueden minimizar su exposición a posibles emisiones siguiendo buenas prácticas de trabajo, tales como:

  • Mantener la temperatura del material tan baja como sea posible
  • Trabajar en condiciones óptimas de ventilación (incluyendo prácticas simples, por ejemplo manteniéndose contra la dirección del viento proveniente de la fuente de humos)
  • Rotación de personas en el puesto de trabajo
  • Usando equipos de protección individual, especialmente en espacios confinados

Boletín

Te mantendremos informado de las últimas noticias

Ser miembro

Únete a nuestra red